Gladys Tato

Psicoterapia General y Especializada en Pacientes con Trastornos Orgánicos

La médica psiquiatra y escritora, Gladys Tato estuvo en “La contratapa de la Revista FM GENTE” e inmediatamente disparó sus opiniones que mueven el piso. Y las preguntas no se hicieron esperar, por parte del conductor, Fabián Sánchez: ¿qué tal mal de la cabeza estamos con esto de la pandemia? “Y mal”. “Voy a ser clara y directa”, dijo la especialista.

FOTO NUEVA GLADYS

Afirmó, que se trata de una etapa difícil, en primer lugar, por haber atendido del punto de vista físico y subestimar el estado anímico. La visión de quien es asesora master en psicoanálisis, es de una atención integral de la persona. Sostuvo, que, si una persona está mal físicamente, lo está anímicamente, y viceversa. “La prioridad por la sobrevivencia hizo que pasara a un segundo plano el tema del estado anímico”, argumentó.

Mientras se procesa la discusión si estamos al final de la pandemia o no, mientras enfrentamos una segunda ola con la variable Ómicron, resulta una realidad la recuperación de las actividades después de dos años donde se perdieron determinados hábitos. Afirmó, que “dos años en la vida es mucho tiempo, ante cambios grandes que se sintieron y donde se perdieron libertades”.

A esto sumó que nuestra sociedad lo percibió en un primer momento, como algo que pasaba en China, pero luego llegó e hizo estragos tomándonos desprevenidos. “Nos tomó desprotegidos para disponer de los instrumentos que nos permitieran afrontar algo traumático de golpe”, dijo. Consideró, que esa realidad atravesó a todos los estamos sociales y por lo tanto lo primero fue poder sobrevivir.

La recuperación de las actividades y de las libertades resultó coincidente con las tradicionales fiestas. Es un momento donde se aprecian las consecuencias de lo recientemente vivido. Allí aparecen: el miedo que deja lo traumático en cuanto a que se vuelva a repetir, incluso para ciudadanos con tres vacunas y con cierto blindaje que evitarían situaciones graves. Estas personas tienen miedo de establecer vínculos con sus círculos cercanos ante el riesgo infundado que algo le pueda pasar, limitando posibles buenos momentos y necesarios, explicó.

Lo segundo pasa “por parecernos a unos analfabetos del afecto”. “No sabemos si chocamos el puño, si le damos la mano o un abrazo”. “Y necesitamos de esas expresiones de afectos”, indicó Gladys Tato. Hizo mención que en esos encuentros también pasa por los temores de invadir el espacio del otro.

Mencionó, que en uno de sus libros se refirió a que tocábamos más los aparatos electrónicos, que llegar con una caricia a los seres queridos; eso es una nada frente a lo que estamos viviendo.

Consideró, que es necesario ir perdiendo los miedos, sin que esto signifique una inconsciencia. “No nos olvidemos que la gripe fue una gran pandemia que después se solucionó con la vacuna”, dijo.

JÓVENES ENTRE 17 A 19 AÑOS EN MEDIO DE LA PANDEMIA

Frente a la realidad de los jóvenes que perdieron en buena medida dos años de sus vidas con su ritmo habitual, dijo la médica psiquiatra que eso se nota en que hay una gran cantidad de depresión en gente joven, que antes no se veía.

“Hay muchísimos intentos de autoeliminación y eliminación consumada en gente joven; teniendo que ver con el impacto que tuvo, vivieron la experiencia cercana de la muerte”, dijo. “Hubo chicos que se quedaron sin padres, eso realmente aumentó muchísimo la depresión en los jóvenes”, indicó.

Por otro lado, Gladys Tato, volvió al tema de las recientes fiestas. donde para mucha gente la realidad les puso en claro las ausencias. De aquellos que se sentaban en determinado lugar de la mesa, que tenían una anécdota, un gesto, una forma de ser y que ahora ya no están.

Además de no estar, se perdieron ciudadanos de una manera muy particular, habiendo ingresado un día al sanatorio y después recibiendo las cenizas de la cremación. “Son duelos más difíciles de elaborar”, argumentó.

La entrevistada puntualizó que se puede legislar sanitariamente, pero no sobre los afectos, dado que esto es de resorte individual. “Estaba alguien con Covid y yo quiero correr el riesgo personal de contagiarme, aunque después tuviera que realizar una cuarentena, pero no prohibirme de darle un abrazo al ser querido que despedía”, afirmó.

La cuarentena tomada en ese caso como clave para evitar contagiar a otros, pero teniendo y preservando el derecho individual afectivo de asumir un riesgo personal, aspecto que no fue evaluado por las autoridades competentes, según el punto de vista de la reconocida profesional.

Para Gladys Tato es importante tener cuidado, que en aras del bien común no olvidar demasiado de la libertad individual. “En la medida que ejercer la libertad individual no afecte el bien común, hay que defenderla, para después tener menos reproches”, afirmó.