La relación entre el aumento epidemiológico de las patologías de cualquier tipo y el entorne socio cultural de una época, ha sido motivo de atención para el psicoanálisis y la medicina. Así lo desarrolla Chiozza en la Obesidad, la Diabetes e incluso el Cáncer y así lo hicimos nosotros con Anorexia, Bulimia, Trastorno de Pánico y Cefaleas en la mujer. En mi condición de Directora desde 1991 del Centro Medico Psicoanalítico (CEMEPSI), realicé prácticamente todas las consultas. En el año 2005 comencé a notar la alta incidencia de patologías tiroideas tanto como motivo de consulta, como en pacientes que consultando por otras patologías, aproximadamente en un 70 % tomaban T4 por un hipotiroidismo. En el año 2008, luego de un trabajo de investigación, invité al sociólogo Rafael Bayce a realizar en la Institución, un panel sobre esta temática. Las concordancias entre las perspectivas de ambos desde nuestras disciplinas fueron realmente significativas, motivo por lo cual he realizado varias presentaciones al respecto. Desde aquel entonces mantengo la validez de las ideas presentadas y continúo profundizando la mirada en nuevas perspectivas que hasta ahora reafirman la tesis inicial.
Trasmito en este artículo un resumen de algunas de las conclusiones fundamentales del trabajo de investigación de mi autoría.
Para que la tesis final resulte comprensible haremos un breve recorrido por la investigación del Dr. Luis Chiozza en relación al Significado Específicos de las Patologías Tiroideas que puede leerse on line en su web.
La glándula tiroides es muy importante en el desarrollo humano. El yodo sustancia central en la síntesis de sus hormonas, es un poderoso oxidante promotor de procesos de cambio. Funciona en la naturaleza y en el ser humano como el estímulo ideal, para promover los procesos de cambios.
Motivo por el cual, la glándula tiroides, está particularmente comprometida a lo largo de la vida en todos los procesos de cambios madurativos, desde la etapa fetal hasta la senectud. Es una glándula cuya funcionalidad tiene un hito en aquellas etapas de la vida en las que se da un cambio madurativo.
En la etapa fetal: la embriogénesis, en la infancia: el crecimiento, en la adolescencia: el empuje puberal, en la adultez especialmente en la mujer: en el embarazo y en el pasaje de la adultez a la senectud.
“El desarrollo de la especie humana es esencialmente “neoténico”, (lento) relacionado con el gran período de dependencia infantil y el desarrollo bifásico de la sexualidad en oleadas”. Diversos autores coinciden en que “el hombre para desarrollarse debe hacerlo gradualmente y paulatinamente”, acompañado de un entorno favorable.
Como vimos entonces: cambio madurativo y participación de la glándula tiroides, están íntimamente relacionadas.
Todo proceso de cambio madurativo es abandonar posibilidades anteriores que deben ser renunciadas, porque caducan, para ir a nuevas metas.Para ir hacia esas nuevas metas, el cambio se realiza con un cierto apremio interno, apremio, que en condiciones normales transcurre inconscientemente. El cambio madurativo tiene una cualidad instintiva o pulsional intrínseca a la naturaleza de cada ser vivo que lo lleva a dirigirse hacia esa meta independiente de su voluntad.
La vivencia de apremio se transforma en acoso cuando el ser humano no se siente en condiciones de ir hacia una nueva etapa en ese momento, pero al mismo tiempo se siente exigido a hacerlo, situación que le genera una reacción de miedo.
Ese miedo puede ser tolerado en la conciencia y expresarse como conflicto, o puede ser “reprimido” y expresarse como patologías tiroideasDesde antaño la medicina ha relacionado las patologías tiroideas con el afecto miedo. Es así que destacó la facies de terror de en los hipertiroideos: los ojos desorbitados, saltones, el nerviosismo, todo lo que evocaba una vivencia de miedo, no conciente para el paciente, pero delatado en la expresión somática.El miedo es un afecto que lleva a acciones, fundamentalmente dos tipos, huida o paralización, lo conocemos como miedo pasivo, o ataque, lo conocemos como miedo activo.Las patologías más frecuentes son de los trastornos de la disminución de la función, el hipotiroidismo.Todas las características clínicas del hipotiroidismo evocan en un lenguaje de órgano el miedo pasivo, indican que el organismo estuviera deseando detenerse, parar, enlentecer su desarrollo.
Cada etapa según el entorno socio cultural cursa en entornos diferentes que pueden ser desfavorables o complicar su maduración.
Dado que es imposible trasmitir en este espacio todo lo evaluado, mencionamos algunos aspectos a modo de ejemplo para que resulte comprensible la tesis posterior.
En la infancia el ser humano tiene la necesidad de un desarrollo gradual, progresivo, paulatino, como ya dijimos, pero ha estado en las últimas décadas -por una serie de cambios económicos-laborales, en la constitución familiar- apremiado a una exigencia madurativa. El desprendimiento cada vez más temprano, del contexto familiar, lo que lo lleva a enfrentarse precozmente con ambientes extraños y variados.
Junto con todo esto coexisten en la infancia, algo que se hace más notorio en la adolescencia, que como es la asincronía del desarrollo entre la gran exigencia académica sostenida por múltiples actividades y el proceso madurativo emocional que no siempre puede acompañar ese proceso.
Si a todo esto le agregamos el gran empuje del pensamiento lógico que imprime la tecnología, la brecha se hace aún mayor.
Los padres apremiados también por el entorno, necesitan que el niño crezca.
En la adolescencia aparecen otras complejidades para desarrollar la autonomía y la identidad. Entornos poco propicios para la inserción laboral y el gran deterioro educativo hacen que el período de dependencia sea mucho más largo, lo que lleva a la necesidad de los adolescentes a tomarse “su tiempo”.
La precocidad sexual sin educación adecuada, trae como consecuencia altas tasas de embarazos en la adolescencia, lo que apura el cambio madurativo en una personalidad que todavía no dejó de ser infantil, y ni siquiera fue adolescente cuando ya tiene que ser adulto o mejor dicho funcionar como tal.
Llegar a la vejez y a la senectud es un entorno social que censura el envejecimiento no es una tarea sencilla. Por lo cual en la edad adulta el temor al proceso madurativo hacia la vejez necesita de tiempo por el temor a la pérdida de nuevas oportunidades, tanto para reparar fracasos, como para concretar metas no realizadas.
Tesis.
El aumento epidemiológico de las patologías tiroideas fundamentalmente el hipotiroidismo podríamos pensarlo como un síntoma social, expresión de desencuentro entre el individuo y un entorno que vivenciado como desfavorable lo ha llevando al miedo ante los cambios madurativos.
Una realidad que apremia cada vez más sin asegurar circunstancias adecuadas para el desarrollo, contribuye a seres humanos cada vez más frágiles, con poca tolerancia a la frustración y a la capacidad para el esfuerzo y la espera.
Todo esto favorece inconscientemente la tendencia a “intentar frenar”, el cambio madurativo en la “ilusoria” espera de la oportunidad propicia, que es imaginada además como ideal.
Cuando ese conflicto no es tolerado en la conciencia, se reprime el miedo apareciendo la patología equivalente al miedo pasivo, como es el hipotiroidismo.
El aumento epidemiológico en las estadísticas, reflejan lo que pasa en las consultas, poniendo en evidencia por el síntoma somático el conflicto en que se hallan inmersos una gran cantidad de individuos en nuestra sociedad.
Gladys Tato