Como bien dice Chiozza cuando hablamos de vivir hacia adelante estamos en una actitud de “dar vuelta la página”. De nada nos sirve hacerlo sin leerla, porque para poder hacerlo bien, debemos procesar su contenido en ese necesario e inevitable trabajo que llamamos duelo.
Esta portada contiene aspectos de esa elaboración que quiero compartir, porque no sólo hacen a mi proceso, sino también, en algunos aspectos, al proceso de las queridas personas que hoy me acompaña y a otros que por diversos motivos, nobleza obliga recordar y agradecer.
Todo lo que escribiré en esta portada tendrá como siempre mi estilo, frontal, actitud a la que creo que las personas le temen más que “a los archivos”.
Comencé el proyecto del CEMEPSI, junto a Susana Balparda, con quien luego de un breve recorrido nos separamos por intereses vocacionales diferentes. Recuerdo con placer esos primeros pasos tan importantes cuando se trata de materializar un proyecto. Gracias por las luchas compartidas entre estudio, crianza de hijos y proyección de futuro.
En esos tiempos se formó también un equipo que figura en nuestro primer folleto cuyo símbolo y texto formarán parte de la nueva portada. Fue así que bajo mi dirección y junto a las Psicólogas Raquel Viera, Cristina Badel, Graciela Nicola, Fanny Ferreira, Gladys Puyesky, Adela Schroeder, Marta Calabuig y Rosario Pellicer, recorrimos mucho tiempo de trabajo asistencial y docente. Esas épocas significaron un puntal enorme de nuestra experiencia casuística en Estudio Patobiográfico y en los primeros trabajos académicos presentados en Buenos Ares. Se gestó así una Especialización que iba tomando forma en los programas de estudio que fui diseñando. El trabajo técnico de equipo asistencial nos valió nuestro primer reconocimiento: la mención al primer premio de la Sociedad de Psicología Médica.
Bajo mi autoría con la colaboración de Susana Balparda y Graciela Nicola fue sin duda el primer hito en que sentimos que la psicoterapia de pacientes con trastornos orgánicos tenía una especificidad que comenzaba a valorarse en el entorno.
Un recuerdo especial para Graciela Nicola con quien me siento en deuda como profesional y amiga porque en su momento hizo aportes que no supe apreciar y escuchar en toda la importancia de su significado tanto en lo inmediato como a largo plazo.
Así entre aciertos y errores continuó un camino en el que las puertas de la Institución se fueron abriendo cada vez más a la participación en el contexto académico.
Otro puntal del funcionamiento Institucional ha sido hasta el día de hoy su secretaría. Sin el incansable y dedicado trabajo de Ceciia Guggieri en todos estos años muchas de las tares realizadas, no dudo en reconocer, que no sé si se hubiesen sido posibles, o seguramente no de la precisa y eficiente manera en que se llevaron a cabo.
La primera presentación académica sobre la psicoterapia en los pacientes con afecciones orgánicas fuera de la Institución fue en AUDEPP. Gracias a ellos por su actitud de auténtico pluralismo que me permitió sentirme escuchada con respeto, motivo por el cual formé parte muchos años de la Asociación.
En APU, a quien agradezco la calidad de su formación sistemática, encontré también mi espacio de expresión, pero lamentablemente la fuerte preponderancia del pensamiento francés hace que el proclamado pluralismo ideológico, quede reducido a un mero enunciado que no se practica.
El primer libro constituyó también un eslabón fundamental de esta cadena de materialización de proyectos. Escribir siempre creí que implica un trabajo y un compromiso mayor que el “decir”. La buena receptividad que tuvo Cuando el Cuerpo Habla, reafirmó ésta convicción por lo que lo hacemos hasta el día de hoy.
Merecen también mi especial gratitud quienes hicieron los prólogos. Ellos también con su decir comprometieron su apoyo a la tarea que realizamos.
La filiación teórico- técnica con las obra del Dr. Chiozza, que mantenemos hasta la actualidad, nos ha significado un respaldo y nos ha posibilitado una actualización permanente de sus ideas. Es una fortuna poder estudiar a un autor contemporáneo y dialogar con él, asistir a la dinámica de reformulación de sus propuestas sostenidas en los mismos paradigmas, lo que hace que la teoría permanezca porque mantiene una coherencia interna.
En el recorrido Institucional siempre hubo un adentro y un afuera.
La inserción en el contexto institucional llevó en el 2004 a la formación de la Asociación Civil para integrar FUPSI. Agradezco a la Federación que validara los certificados firmados por mí en la Especialización y otorgara por ellos Certificados de Psicoterapia Psicosomática Psicoanalítica a quienes habían realizado la formación en el CEMEPSI.
Pero nadie es profeta en su tierra y la Federación creo que ha sido omisa en el lugar que nos ha dado a muchos que como yo fuimos pioneros en Especializaciones de la Psicoterapia. Este aspecto implica un reconocimiento a Edgardo Korovsky, porque fue él quien introduzco la “psicosomática” en nuestro medio, por él tuvimos un primer Encuentro Rioplatense que nos permitió conocer a Chiozza y luego estudiar en Bs As. Mi trabajo fue una continuidad que logró consolidar la especialidad en planes de estudio y en una nueva técnica de evaluación diagnóstica, otorgándole el estatuto de formación sistematizada.
Volviendo a la Asociación Civil, fui fundadora, primer presidente y redactora de sus fines, porque de la formación académica de la Especialidad se trataba. Por naturales motivos a la hora de ponerle nombre utilicé el que me pertenecía y le había puesto a la Institución 13 años atrás. Desconocía que debía de haber hecho un papel de préstamo del nombre a la Asociación Civil porque tiene un estatuto legal especial. Pero la importancia del proyecto y el estar entre profesionales y “amigos”, entre los que circulaba la repetida frase: el ”CEMEPSI sos vos”, contribuyó a la ignorancia de estos aspectos.
La separación de la Asociación Civil se produce tiempo después en gran medida por su oposición hacia muchas de mis pautas académicas, que nos fueron alejando cada vez más. Las diferencias fortalecieron aún más mis principios, porque hay “cosas” en las que no se transa porque las teorías pierden su coherencia y la práctica se va desvirtuando.
La exigencia además hace a la excelencia y lo que no va hacia ella, va inevitablemente a la mediocridad.
Pero las diferencias son respetables, lo que no es respetable es que esos profesionales que se formaron en la Institución y recibieron de ella sus certificados hoy reclaman para sí el nombre de lo que les dio origen, basados en la omisión de explicitar el préstamo antes mencionado. Evidentemente ellos sí sabían algo que yo ignoraba.
Litigar además lo que es legal, no implica que sea éticamente moral. Todo lo que es moral es legal, pero no todo lo legal es moral porque existe el recurso, de lo que dice el dicho “hecha la ley hecha la trampa”, algo de lo que abundan ejemplos en el mundo actual. Además la Justicia como todos sabemos tarda y a veces llega.
La propio como bien lo ha investigado el equipo del Dr. Chiozza en relación al trastorno diabético es “aquello que se logra haciéndolo con los propios recursos”.
Ante la incapacidad de hacer una nueva Institución es más fácil apropiarse del trabajo y el prestigio de quien ya la había hecho. Sin ese trabajo no habría existido, Especialidad, no se hubiese podido integrar FUPSI, por lo que habría que haber tenido otros fines para la Asociación Civil, algo con lo que no se contaba, porque no se dictaba ninguna otra formación en psicoterapia que no fuera esa.
Fueron muchas las premiaciones y los reconocimientos recibidos por la Institución. Pero la distinción exclusivamente personal de Doctor Honoris Causa otorgada por IOCIM es sin duda la mayor distinción recibida, pero sobre todo una confirmación del camino que continué recorriendo con cierta soledad pero con convicción.
En esta última etapa institucional encontré entusiastas compañeros de ruta. Profesionales que se quedaron trabajando conmigo y otros que se han ido integrando. Eso ha llevado a la formación de dos equipos: uno en Montevideo y otro en Maldonado. Ambos realizan formación y asistencia con supervisión. El grupo de Montevideo ya tiene una trayectoria que lo impregna de una mayor consolidación como equipo. Forman parte de él: las Psicólogas Alba Fernández, Ximena Lerena, Sandra Marsiglia, Carolina Venditto y Ximena Pi.
Realizamos actividades periódicas con ambos grupos lo que permite intercambiar experiencias, equiparar diferentes niveles de formación y sobre todo mantener el valor del trabajo en equipo.
El agradecimiento a ellos que es permanente, lo materializo en seguir dando lo mejor de mí para trasmitir mis conocimientos y todas las actualizaciones que permanentemente recibo del Dr. Luis Chiozza.
En el derecho que me da la propiedad de haber fundado hace 25 años una Institución, haberle puesto nombre y haberla poblado de numerosa producción académica es que me asiste el derecho de dar por concluida una etapa.
Doy la vuelta de la página de una Institución basada en la centralización edilicia para las actividades académicas y docentes, así como en el funcionamiento en un único grupo asistencial.
En esta nueva etapa la actividad se realizará en más de un equipo con interacción dinámica donde lo asistencial, lo docente teórico y técnico se entrelazarán permanentemente acompañando las necesidades de sus integrantes y las demandas recibidas.
Utilizaremos el beneficio de la tecnología para esta nueva forma de Interdisciplina que nos permitirá, como ya lo estamos haciendo, una fluida comunicación que acompañe los procesos grupales.
Mi respaldo académico en todos los aspectos, será para todas aquellas personas que habiendo realizado su formación conmigo se integren a los diferentes equipos.
El otro cambio altamente significativo es que las presentaciones científicas presenciales serán mayoritariamente sustituidas por la publicación en Web, a modo de blog, los libros, los trabajos científicos, presentaciones y clases desgravadas dictadas por mí, tanto los ya publicados como los inéditos. Comenzaremos por los libros y luego seguiremos por el resto, alternando teoría y técnica. Los mismos serán revisados y contarán con un anexo de actualización. Quienes deseen hacer consultas o plantear dudas podrán enviarlas vía mail y recibirán su respuesta.
Aprendiendo de la experiencia, las publicaciones estarán adecuadamente registradas con Derecho de Autor.
Todo lo antes referido estará reflejado en el cambio de imagen de nuestra página Web que verán próximamente.
Quizás algunos de ustedes se pregunten ¿dónde están el o los duelos de los que hablé al principio? La respuesta está en la capacidad de cada uno para imaginarse el dolor de muchas de las desilusiones relatadas.
Pero hoy es historia de una etapa.
Etapa que sin duda es una despedida, que como dice Chiozza sólo se compensa caminando hacia una nueva adquisición.
Hacia ella vamos con entusiasmo y alegría.
Gracias!
Gladys Tato