Desde el inicio de mi práctica clínica, la técnica constituyó para mí en un área de particular interés, motivo por el cual he dictado numerosos cursos.
Se constituyó también en un motivo de investigación que me llevó incluso a desarrollar una técnica de evaluación diagnóstica: Entrevistas Diagnósticas y Devolución (E.D.D), publicado en “Mensajes del Cuerpo. Enfoque psicosomático del enfermar”. Ediciones Trilce. 2006.
Posteriormente en mi tarea como supervisora, comencé a notar que la fundamentación teórica de lo que se comprendía de un paciente era más claramente expresada que lo que se hacía. Mucho más complejo aún resultaba diferenciar entre “el hacer” y “el por qué de ese hacer”, es decir lo que se hace:”técnica” y por qué se hace: “teoría de la técnica”. A todo este complejo entramado debe además integrarse el arte, que es el sello particular del modo de ejercer de cada terapeuta.
Si bien la técnica puede y debe sistematizarse, lo que habitualmente observamos en gran parte de los psicoterapeutas, y más aún cuanto menor es su experiencia, es la gran disparidad y diversidad en la práctica clínica. La orientación psicoanalítica tiene aspectos claramente pautados por numerosos autores, quienes son referentes ineludibles. No obstante ello, a la hora de realizar la tarea, se produce una suerte de disociación en la que como decía, resulta muy difícil que alguien fundamente los motivos del encuadre que le planteó al paciente, por qué realizó tal o cual interpretación y hasta la confusión entre lo que son entrevistas y lo que son sesiones.
Todo esto me llevó a ir desarrollando durante años, pautas de trabajo, para luego sistematizarlas en una especie de “guía” de lo que considero fundamental en la técnica. Fue así que entre la lectura de muchos autores, seleccioné aquellos que a los efectos de sistematizar pautas me parecían más útiles, pero si quisiéramos discutir diferentes perspectivas de la técnica y la teoría de la técnica, la bibliografía debería ser mucho más amplia.
Sigo pensando que el punto de partida de todo tratamiento es tan importante como su proceso. Pero el inicio es fundamental porque no se puede comenzar una psicoterapia sin conocer “mínimamente” a la persona que posiblemente será mi paciente y poder afirmar con fundamentos por qué creo que esa persona necesita psicoterapia y por qué creo que podemos realizarla juntos.
Fruto de mis años de experiencia, en el 2013 finalicé y registré el Manual Protocolizado ® que publico a continuación.
Esta versión ha sido revisada y corregida y aunque su lectura es útil, su adecuada aplicación demanda un estudio reflexivo más detallado que solo se logra en intercambios personales.
No obstante tal como lo prometí cuando inicié esta página Web, iré colocando en ella toda mi producción científica en una versión actualizada.
Gladys Tato